9 Síntomas de que tienes una Deficiencia de Proteínas


Las proteínas son unos de los nutrientes más importantes que el cuerpo necesita para mantenerse en pie, además, promueven la pérdida de peso, masa muscular y un cuerpo completamente tonificado de acuerdo a las rutinas de ejercicios que emplees y la alimentación que tengas. Ahora, cuando se tiene deficiencia proteínica, el cuerpo suele darnos ciertas señales de advertencia, es allí cuando tenemos que tomar previsiones y atacar el problema.
¿Cómo podemos saber que nuestro cuerpo necesita más proteínas?
Sencillo, las señales sobre la falta proteínica que padece el cuerpo suelen ser bastante notorias, solo necesitamos tener claro cuáles son esas señales y tomar cartas en el asunto. Los malestares que presenta el organismo cuando no se tiene la ingesta adecuada de proteínas es la siguiente:
Síntomas de deficiencia de proteinas

Lesiones constantes:

Debemos saber que el calcio no es el único nutriente que fortalece nuestros huesos, pues la proteína también cumple ese trabajo en nuestro organismo y cuando ella se mantiene ausente o se tiene la ingesta necesaria, las heridas son más frecuentes y la cicatrización se vuelve tardía.

Problemas cognitivos:

La falta de memoria, problemas visuales, déficit de atención y retención de información y la fatiga son síntomas recurrentes cuando se padece de deficiencia proteínica debido a que se disminuye la producción de serotonina y dopamina, dos grandes componentes químicos que mantienen trabajando al sistema nervioso.

Cambios de ánimo bruscos:

Al verse afectados los neurotransmisores, el estado anímico suele cambiar con demasiada facilidad y rapidez. En un momento puedes estar feliz y al otro ponerte a llorar o simplemente querer gritar. Son síntomas comunes y relativamente normales por la falta de proteínas.

Niveles de colesterol elevados:

Al no tener suficientes niveles del nutriente, es común que se ingiera más cantidades de alimentos azucarados que de una u otra manera no solo afectan los niveles de glucosa en la sangre, sino también al colesterol y triglicéridos.

Malestares gastrointestinales:

Como se mencionó anteriormente, las proteínas son las encargadas de agilizar el proceso metabólico y digestivo y, cuando no están presentes, el estómago e intestino sufren las consecuencias.

Descontrol menstrual:

La inflamación de los organos y musculos, el nivel elevado de glucosa y de grasas hacen que las hormonas se alteren en cortos lapsos de tiempo, produciendo dolores agudos y retraso o adelanto del periodo menstrual.

Dificultad para ejercitarse:

El cuerpo se siente tan debilitado que las ganas de hacer ejercicio o se realizar cualquier movimiento prácticamente se esfuman, no queda nada y lo único que se desea es estar todo el día en cama.

Aumento de peso:

El consumo de alimentos con exceso de carbohidratos, grasas y azúcar es prácticamente desmesurado, entonces todas esas toxinas se almacenan en el cuerpo y generan el sobrepeso.

Problemas para dormir:

Ya sea por insomnio o porque duermes pocas horas al día, estos malestares se vuelven cada vez más concurrentes y prolongan la debilidad corporal, llegando a enfermarte más de lo que estas.

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