Cómo preparar una crema terapéutica de árnica para curar las contusiones


Las contusiones son lesiones físicas que se producen debido a un golpe, una caída o cualquier impacto fuerte sobre la piel, sin llegar a generar heridas abiertas.

Su síntoma principal es un dolor localizado, leve o fuerte, aunque también puede acompañarse con inflamación y hematomas. Si bien no suelen ser graves y desaparecen con facilidad, siempre es necesario revisarlas, ya que en ocasiones generan daños en los músculos, tendones y algunos órganos internos.

En esta ocasión te enseñaremos a preparar una crema terapéutica de árnica desde la comodidad de tu casa, puede ser un poco laboriosa, pero los efectos que tiene son muy buenos, así que lee con atención y no dudes en prepararla.

Cómo preparar esta crema terapéutica de árnica

Aunque los extractos de la planta de árnica son utilizados por la industria farmacéutica para la elaboración de cremas y tratamientos tópicos, estos también se pueden aprovechar en su estado natural para hacer un producto casero, libre de químicos.

Ingredientes



  • ½ taza de aceite de almendras dulces (100 g)
  • ½ taza de flores de árnica secas (20 g)
  • 2 cucharadas de cera de abejas (30 g)
  • ¼ taza de manteca de karité (56 g)
  • ¼ taza de agua destilada (62 ml)
  • ¼ cucharadita de bórax (1,2 g)
  • Utensilios
  • Recipiente resistente al calor
  • Cuchara de madera
  • Frasco de cristal con tapa
  • Batidora manual

Preparación




  • Vierte el aceite de almendras dulces en un recipiente resistente al calor, y ponlo a calentar al baño María.
  • Agrega las flores de árnica, remuévelas con una cuchara de madera, y baja el fuego para que se cocinen en el aceite durante 15 minutos.
  • Pasado este tiempo, deja reposar el producto y, cuando esté tibio, fíltralo con una tela o malla.
  • Toma la infusión de aceite de árnica y combínala con la cera de abejas y la manteca de karité, calentándolas a fuego bajo.
  • Mientras esto se funde, mezcla el bórax con el agua y ponlo a calentar en otro recipiente.
  • Cuando ambos productos estén bien calientes, mézclalo todo, teniendo cuidado de no quemarte.
  • Sigue removiendo con el utensilio de madera, hasta que todo quede bien integrado.
  • Espera que la mezcla repose a temperatura ambiente y, para finalizar, bátela para que adquiera una consistencia cremosa.
  • Almacénala en un frasco de vidrio con tapa, en un lugar seco y oscuro.

Modo de aplicación:


  • Toma la cantidad que consideres necesaria y aplícala sobre la zona afectada por la contusión.
  • Masajea con cuidado, hasta calmar el dolor.
  • Repite su uso todos los días.
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